Cuando conocí Nepal, India y Bhutan, me enamoré,
de sus colores, su luz, su sentido de la belleza...en resumen, de
su vida en la calle. En la plaza de Patan, los hombres mayores todos los días se sientan en un banco corrido pegado a los palacios, a la sombra, mientras las mujeres en las escaleras de los templos, aquí y allá, de charla. Como en España no hace tanto.
En Bhutan; monjes y mujeres de conversación,
organizando la fiesta de un templo.
dando la impresión de que viven allí.
nietos y demás parientes. Se encuentran grupos enormes de mujeres, con sus mejores galas, y sus jardines se convierten en lugares de esparcimiento, donde corren los niños
En los pueblos y ciudades costeros, las playas se llenan de gente al atardecer, que se reúne allí para ver anochecer.
Es un placer contemplar los desfiles de modelos multicolores
y espontáneos, de éstas horas en las playas.