Los Payones en blanco y negro

Los payones d´Antroixu en Temia

 Volvieron los payones a Temia, en Grao, con  un montón de nenos y la paya de la escanda de la última cosecha.

 El ritual trata de ayudar a las tierras a despertar del letargo invernal, calentándolas con el fuego de los payones.

Hoy día el fuego ha desaparecido de la vida cotidiana, así que para los niños encender los payones se convierte en un momento excepcional y emocionante.

  Durante un buen rato los niños recorrieron Temia con una hoguera en lo alto, mientras el viento arrastraba las chispas alrededor.

Osos y abejas, cortinos y trobos.

Los osos siempre fueron muy golosos, y antaño abundaban en el occidente de Asturias. Los abeyistas, ganaderos de abejas, inventaron un formidable sistema para proteger las colmenas: los cortinos.

Un cortín es una torre circular, hueca y sin techo. Sólo los más grandes tienen una pequeña puerta o ventanuco por donde se accede al interior.

Dentro se colocaban los trobos (colmenas), siempre orientadas al sol, y en unas gradas para no molestarse unas a otras. 

 Los trobos eran troncos huecos,  apoyados en una losa de pizarra y tapados con corcho y otra losa encima.

Dentro del trobo hay unos palos cruzados, los justres, que apoyan y refuerzan los panales. 

Hoy los cortinos están abandonados, y las colmenas modernas sustituyen a los trobos. Los osos siguen siendo golosos, pero las abejas ahora viven en colmenas modernas rodeadas de alambradas electrificadas.

Volvieron Os Reises d'El Valledor

Pasó un año y volvieron Os Reises d'El Valledor.
La fiesta es la misma, pero cada vez es diferente.
 

Los personajes surgieron de la niebla como si vinieran de otra época.

Llegaron espantando y persiguiendo a la gente, delante el Choqueiro.

Quitando gorros y sombreros, asustando y haciendo reir a todos. 

 El Rodalo chisca, pone zancadillas y hace todo tipo de trastadas.

 Las madamas bailan y provocan a todos.

  Piden el aguinaldo y abrazan muy agradecidos. Recorren los pueblos de San Salvador, Fonteta y Villalaín del conceyo d'Ayande.

 Todos participan de las travesuras, La Cardadora despioja y se come lo que encuentra, dejando las melenas enredadas y descolocadas.

 No hay espacio ni plaza que no se aproveche para bailar.

 La Madama explora a la Maragata para ver cuanto le falta para parir.

 Tino de Fonteta, como tantos otros, vuelve al pueblo a celebrar la fiesta que termina con el parto, donde todos ayudan a su manera...

Después se invita a todos los participantes a una gran chuletada y sigue la fiesta...

Vuelven los Aguilandeiros

Como todos éstos años desde que se recuperó la fiesta salieron los Aguilandeiros en la parroquia de San Xuan de Villapañada llevando la alegría, la broma y el baile por toda la parroquia.

    El afeitón  con su guadaña va rasurando las barbas...

En cada casa se pide el aguilando, y la Vieya ¡pare una Pega! que es bendecida inmediatamente por el cura.

 Se baila la danza prima y no se para de hacer bromas y risas.

  La Cenicera, muy rapiega, lanza las cenizas a todo 
                         el que se ponga a tiro.

 

 La fiesta acaba en el campu la iglesia de San Xuan 
de Villapañada. El cura y el diablo que todo el tiempo están amarraos y a la gresca, terminan xuncíos con el xugo y el llaviegu.