Tradición ancestral y pagana erradicada por la Iglesia
hace 70 años, fue recuperada por Xosé Ambas preguntando
a los ancianos de la parroquia, y restaurada el año pasado.
Los personajes y los participantes entran a formar
parte del rito, la comedia y el folclore.
Un grupo de mozos varones se disfrazan de varios personajes
y salen en tractor por los caminos de los pueblos que forman la parroquia, el primer domingo después de Navidad.
El personaje principal es la Vieya, que representa la tierra,
el tiempo y la renovación a la vez. Cada poco pare una pega.
Le acompaña el Vieyu que se dedica a coquetear y alborotar.
El Escobón es como el brujo oficiante del ritual, dirige al grupo y pide permiso al llegar a las casas "¿Barremos o nun barremos?"
El Diablu es como el "Diañu Burllón", no para de moverse,
hacer trastadas, revolver y meterse con la gente,
las mozas y los niños.
la cara pintada de negro. Como aquellos osos negros que llevaban por las ferias los gitanos.
